La escultura detiene el tiempo y en el teatro consigue lo imposible: congelar la emoción de un segundo e inmortalizarlo convertido en materia. Eso es lo que hizo el escultor Juan José Quirós con una serie de piezas que pertenecen a su colección particular y que ha cedido al Festival de forma temporal. Desde el día 5 se pueden disfrutar cada noche de representación en las entradas del Auditorio por todos los asistentes al festival, se trata con una muestra de máscaras y figuras: arlequines y meninas, con referencias teatrales, hechas en bronce.
“El arte es algo divino” afirma Juan José Quirós que puso alas a un arlequín que suma arte y divinidad. Sus piezas, alusivas a las artes escénicas , a menudo de arte mediterráneo, no están exentas del humor como su Menina “satírica” de cuya ancha falda sale un travieso bufón.